Tesoros almagreños: Vitrina del siglo XIX.

Vitrina0                 Vitrina1

Vitrina1 2               vitrinaV         San Antonio

VITRINA SANTORAL DEL SIGLO XIX

¡Extraordinaria restauración del pintor Juan Castro Carmona!

Salvada por los pelos de la enorme pira crematoria que engulló gran parte de la inmensa riqueza artística albergada en iglesias y conventos almagreños durante la guerra civil española (1936-1939), esta vitrina santoral del siglo XIX perteneciente a la sacristía de la iglesia de Madre de Dios, según referencias de sus anteriores propietarios, ha vuelto a lucir con todo su esplendor gracias a la magnífica labor de restauración llevada a cabo por el pintor Carmona.

Muy desvencijada, se hallaba en tan mal estado que a duras penas conservaba su estructura primitiva, faltándole la base y la trasera, elementos que hubo que recomponer el pintor utilizando antiguas maderas acordes con lo que quedaba de la vitrina; tiñendo acertadamente el conjunto de modo homogéneo, conservando la tonalidad de las zonas chamuscadas, y acoplándole un cristal de época a su puerta delantera. Al mismo tiempo que realzaba su porte mediante la colocación, a modo de copete, de una exquisita talla angelical, obra del gran maestro escultor Eugenio Arias Barros (1940-2016), realizada en el año 1970. 

Anteriormente a este San Antonio, preciosa y antiquísima artesanía de Olot, lucía en su interior una bellísima virgen con su hijo en brazos del siglo XVIII, de delicado estofado, que seguramente estuvo ubicada en otra vitrina más antigua aún, cuyo deterioro obligó su traslado a la actual.  Dicha imagen fue vendida por el pintor hace ya tiempo cuando apenas tenía relación con Almagro, y aunque la transacción fue sumamente satisfactoria ahora se arrepiente de haber dejado escapar ese valioso tesoro cultural.

No obstante, otros tesoros almagreños pertenecientes a la iglesia de San Agustín, verdadera joyas de su esplendoroso pasado que Carmona guarda como oro en paño se irán publicando paulatinamente para deleite de aquellos almagreños que aman su pueblo y su cultura.

La vida está llena de sorpresas y todo lo expuesto hasta ahora sobre Almagro revela la inmensa y diversificada riqueza atesorada, conservada y restaurada por el pintor, poniendo en entredicho los malintencionados comentarios de los incrédulos historiadores locales, quienes pagados de sí mismos y fanáticos de su exclusivo saber han denostado sistemáticamente las aportaciones de Carmona de toda índole; tal y como afirma el pintor: 

"El arte y la cultura deberían ser moneda de intercambio entre todos aquellos que amamos estas disciplinas, ayudándonos y compartiendo conocimientos, pero la soberbia de algunas personas, tan grande como el orbe, es un muro infranqueable...  Precisamente fue su forma de actuar, su indiferencia, la que me llevó a desprenderme de maravillosas joyas del pasado de Almagro... En su día el rechazo fue categórico y unánime: nadie valoró mis opiniones ni se dignó a hablar conmigo...  Total ¿para qué? al final todo sale a la luz...

Yo no pertenezco a ningún clan… siempre he sido un hombre libre de ataduras de esta falsa sociedad, cuyos miembros estamos abocados a la muerte y a la podredumbre por igual... Sólo hay que echar un vistazo a la obra del gran maestro pintor Valdés Leal, contemporáneo de Murillo, para constatar en qué nos convertiremos... Mientras tanto, vivo felizmente al margen de esta alienada y voraz sociedad de consumo, de precarios valores, alentado por el apoyo de quienes valoran mi trabajo y aprecian mis obras, enviándoles a todos/as un abrazo fraternal".

Características:

Vitrina santoral del siglo XIX: Madera de pino. Medidas: 71 cm de altura (incluyendo el copete) x 39 cm ancha x 22 cm de fondo.

Restaurada por el pintor J. Carmona. 

Figura de San Antonio con el niño Jesús en brazos. Principios del siglo XX: Figura de Olot realizada con madera y pasta. Medidas: 36,5 cm de altura.